Ceremonia del Abrazo


Entre las siete grandes luces sagradas de la Orden DeMolay, existe una figura que prima en esta constelación: una virtud que se basa en la amistad, en la confianza y en el respeto, aun así, todavía es algo encarado como una leyenda, la leyenda del amor si razón de existir, la leyenda del Ágape.

Esta leyenda demuestra el Amor entre padres e hijos, un sentimiento que transciende los límites de la razón, y se transforma en la mas invisible de nuestra sociedad, la estructura sobre la cual edificamos nuestras vidas y comportamientos, definiendo aquello que seremos en el futuro.

Es justo entonces que, como una confesión, reconozca la importancia de este fundamento en mi vida. Mi vida protegida y sosegada por las manos de mi madre y asegurada por el sudor y el trabajo de mi padre.

Es este guerrero de manos ásperas y de rostro muchas veces severo, que día tras día deposita en mi casa la seguridad y la certeza de un futuro constante.

Es este guerrero que me demuestra incansablemente la manera de modo que cambie mi futuro, haciendo mi propio camino, a través de los caminos del bien.

Este hombre, que es referencia para mi vida, muchas veces no puede expresar sus sentimientos. Sé que esto es difícil. Sin embargo, tenemos en nuestros ojos la sinceridad de nuestras almas, y, cuando me mira, él no puede ocultar el brillo de esperanza, no para que yo tuviese un título, sino porque represento todo lo que el podría haber sido.

Mi padre desea lo mejor para mí: la mejor escuela, la mejor universidad, la mejor vida. Si esto dependiera solamente de él, mi futuro sería garantizado desde el momento de mi nacimiento, pero no es esto lo que sucede. La vida es muy dura y la lucha del día a día cada vez es más difícil, sin embargo, mi padre, muchas veces, privado de su juventud, cansado, llega en casa en el silencio de la rutina, trayendo siempre un día más en mi vida y uno menos en la suya.

Padre, es difícil de reconocer todo lo que has hecho por mí, desde el sudor de cada jornada, los gustos de fin de semana, hasta mi futuro, asegurado en tus sueños. Padre, muchas veces te miro queriendo decirte algo, no obstante mis palabras se traban en mi garganta, demostrando mi imperfección en decirte cuánto te debo en tiempo, esfuerzos, sonrisas y abrazos.

Las veces en que discutimos, las veces en que callamos y quedamos en silencio dentro de nuestra ignorancia, perdemos una oportunidad de acercarnos, para estrechar nuestra amistad, de mostrarnos el uno al otro, como verdadero amigo.

La imperfección de estos pequeños actos, padre, nos distancia, nos transforma en extraños, mientras somos sangre de la misma sangre, causa y consecuencia del mismo amor.

Tus consejos y tus gestos, mi rebelión y mi ansiedad, son caras complementarias de la misma moneda. Principio y fin renovándose cada día.

No importa lo que suceda, un día, la naturaleza se encargará de colocarme en tu lugar, mientras que mi hijo estará aquí en el medio, en la perpetua danza del Fénix.

Padre, entiende que de la misma manera de que lo nuevo llega para ti, también llegará para mí algún día, haciendo que el futuro se repita en lo que hoy es el presente

(un breve momento de silencio, donde el DeMolay presentador del homenaje, se colocara de frente al altar de juramentos, donde los claveles deberan ser colocados. Entonces, coge uno de ellos y continúa la ceremonia, describiendo los dos tipos de forma suficientemente cariñosa).

En este homenaje padre colocamos el clavel como símbolo de todos los sentimientos que intentamos expresar en este momento, una flor que trae en su perfume penetrante el recuerdo de los primeros anos que pase bajo tu protección al mismo tiempo que refleja en la fragilidad de una flor, la delicadeza de los sentimientos enaltecidos hoy en esta ceremonia.

Este clavel está envuelto en un lazo, que simboliza nuestra unión eterna, la unión de nuestros corazones. El clavel rojo representa el recuerdo vivo de la importancia que tienes para mi. Este recuerdo estará siempre, a través de la eternidad, atada a mi corazón.

El presentador coloca el clavel rojo sobre el Libro Sagrado y luego en seguida retira el clavel blanco, continuando con la ceremonia.

En caso de que tu, padre mío, no estuvieses mas presente en mi ,poblando ahora el Oriente Eterno de mis sueños, guardare para mi, el clavel blanco, en honor a los recuerdos hoy día evocados en tu nombre, sin embargo este mismo clavel está atado a mi pasado, a mi presente y a mi futuro.

De esta forma, padre, recibe este clavel de mis manos, como recuerdo sublime de que en tu silencio reside mucho mas que mi propia vida, pues es en este silencio que yo encuentro la seguridad de tus manos la fuerza de tus palabras y el calor de tu amor

En un pequeño y simple gesto, padre, podrás encontrar mas de lo que se encuentra en muchas palabras, mas las palabras expresadas en estos últimos momentos no han sido dichas en vano.

Por eso, quiero reafirmar mi creencia en el Amor Filial, diciendo:
PADRE, YO TE AMO...

El presentador abraza a su padre luego que dice estas palabras, se va luego en seguida a su lugar en el triángulo conforme en la entrada. En caso de que el DeMolay no ocupase cargo, el retorna a su lugar y se sienta. El DeMolay que estuviese presentando la Ceremonia debe caminar en dirección de su padre, cuando pronuncia las últimas 2 estrofas de forma que el abrazo ocurra justo en el momento descrito en la ceremonia. En caso de que el DeMolay presentador no posea su padre vivo, debe permanecer de pie, en frente al Libro Sagrado, finalizando esta Ceremonia mirando encima de el, como si conversase con Dios. Luego de decir "YO te AMO”, el debe agachar lentamente la cabeza, al mismo tempo en que coloca la mano izquierda abierta sobre el hombro derecho y la mano derecha abierta sobre el hombro izquierdo.

MC Invito ahora a todos los oficiales a formar el triángulo.

Invito a todos los padres que tengan hijos DeMolays presentes que tengan la gentileza de ponerse de pie.
Pido ahora que si acaso hubiese padres presentes que no se les hubiese homenajeado con las flores, se pongan de pie

Habiendo todavía DeMolays en el triángulo. Estos DeMolays harán la entrega a los padres cuyos hijos no se encontrasen presentes. En caso de que no haya más DeMolays en el triángulo, el MC determinara algunos oficiales para que efectúen la entrega.

MC Solicito a los Hermanos que se encuentran en el triángulo que efectúen la entrega de los claveles a los padres todavía no homenajeados y, luego en seguida, retornen a sus lugares, pues dentro de nuestra Orden, somos una gran familia.

O entonces...

MC Solicito a los Hermanos (cargos), efectúen la entrega de los claveles a los padres todavía no homenajeados y, luego en seguida, retornen a sus lugares, pues dentro de nuestra Orden, somos una gran familia.

Se procede normalmente a cerrar la pausa que se inicio para realizar la ceremonia del abrazo y se procede como en cualquier ceremonia blanca

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